domingo, 15 de agosto de 2010

Perros que brincan a la gente

Cuando tu perro brinca sobre ti u otras personas, lo hace por felicidad, y para demostrar respeto a su "superior" lamiéndote la cara, o para "tocar narices". Este es el motivo por el que no podemos castigar ni enojarnos en esta situación. En el peor de los casos, podría hacer que el perro se vuelva miedoso de las personas o agresivo hacia ellos, y eso es lo último que deseamos. Lo que necesitamos hacer es que se detengan los saltos.



Existen varias formas para hacer que un perro deje de brincar sobre las personas, pero la mejor es utilizando el lenguaje del perro. Los perros adultos dan la espalda y se alejan de otros perros molestos que - por ejemplo - se la pasan brincándoles. Entonces eso es lo que debemos hacer: cuando el perro se acerque a ti y te brinque, debes darle la espalda (o al menos, un lado) inmediatamente. Pide a otras personas que ante esta situación hagan lo mismo. Tan pronto como veas que levanta sus patas delanteras del piso, se le da la espalda, y comienzas a caminar tranquilamente en el sentido opuesto. No le hables, no hagas nada, excepto darle la espalda e ignorarlo. Es increíblemente efectivo, y luego de muy poco tiempo, si lo haces en forma consistente, los saltos disminuirán hasta desaparecer completamente. Esto se llama extinción: al no darle atención, el comportamiento simplemente desaparece. Es algo que el perro puede comprender con gran facilidad, dado que ellos mismos utilizan este recurso.


Cuando notes que tu perro pierde interés por brincar, y esté con sus cuatro patas en el piso, dale lo que buscaba: atención, caricias, juego. ¿Y si se excita y desea brincar nuevamente? ¡Simplemente vuelves a darle la espalda e ignorarlo! Y vuelves a esperar a que se calme para darle nuevamente tu atención.


Comienza realizando este ejercicio sólo tu perro y tú. Busca aquellas oportunidades cuando sabes que él brincará (cuando regresas a casa, por ejemplo). Incluye en el ejercicio a otros miembros de la familia. Por último, solicita la ayuda de otras personas. Primero, trabaja en tu casa, y luego practica fuera de tu casa, en distintos ambientes, como la acera o el parque, para darle oportunidad a tu perro de generalizar el comportamiento.


Con las personas a quienes por cualquier motivo no les puedas pedir que le den la espalda (por ejemplo, niños pequeños, ancianos, o personas con algún impedimento físico o simplemente que no tengan voluntad o motivos para colaborar contigo y con tu perro), deberás asegurarte que el perro no tenga la oportunidad de saltarles, manteniéndole con correa y lo suficientemente alejado de éstas. Sostenlo en forma calmada, sin regañarlo, y sin jalar de la correa. El objetivo en este caso es, simplemente, remover la oportunidad de saltar.

Conclusión

Cuando intentas enseñarle algo a un perro, no tiene sentido ser estricto. Esto sólo los hace inseguros y miedosos. Lo mejor es encontrar otras maneras de lidiar con el asunto. Y, en lo que respecta a brincar, lo descripto arriba es el método más efectivo, pues se le está dando un mensaje al perro en un idioma que él puede entender.

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